M-learning: hacia el futuro y más allá
- grupouoc
- 2 ene 2022
- 3 Min. de lectura
El Mobile learning estará en el centro de la próxima transformación del e-learning porque estos dispositivos ya son el centro de la vida digital y sólo nos encontramos en el comienzo. Todos los spoilers de esa vida casi más presente que futura están ya aquí: Realidad aumentada, realidad virtual, computación en la nube, contextual data, narrativas transmedia, blockchain, etc.
Y debemos tener claro que difícilmente todas estas capacidades estarán en un solo dispositivo. la actualidad de los wearables y la Internet de las cosas adelanta momentos en que el móvil o smartphone quizás desaparezca tal y como lo entendemos. Delante tenemos la Biónica y un futuro ser transhumano.
¿Desaparecerá entonces el M-learning? Prediciendo el futuro se nos hace claro que el smartphone o dispositivos afines no son el M-learning. Tampoco es M-learning el simple consumo de cursos en el móvil. Lo utilizamos para esto pero sabemos que se puede utilizar en roles más activos.

Si el e-learning puede definirse como aprendizaje basado en la interacción en entornos virtuales con el objetivo de construir conocimiento de manera colaborativa (Badia y Mominó, 2001) podemos estar de acuerdo con que el M-learning pudiera definirse como el aprendizaje en múltiples contextos mediante interacciones sociales y de contenido utilizando dispositivos electrónicos personales.
Habría que agregar aquí que el M-learning implica las Cuatro C: Consumo de Contenido; Interacción con medios de Cómputo (compute capabilities), la habilidad de Comunicar con otros y la Captura de nuestro contexto (video, audio, orientación, localización, tiempo, y cada vez más datos) (Quinn, 2011). Todas estas capacidades que no son posibles para otros dispositivos como un ordenador, incluso una Tablet, permiten al móvil erigirse como la herramienta perfecta tanto para potenciar el aprendizaje formal como en el apoyo al desempeño (utilizado sobre todo en el campo de la empresa y la formación profesional).
Estas ventajas por supuesto son fruto de su UBICUIDAD y hacen posible que hoy podamos comenzar a usar sin traumas tecnológicos la realidad aumentada o expandida. Y esta es uno de los motores futuros. M-learning no va tanto de consumir cursos en un soporte móvil como de aumentar o expandir varias cosas Quinnn (2013).
La realidad aumentada mejora el desempeño del aprendiz proporcionando en el momento necesario recursos aumentados y un contexto expandido cargado de información. Precisamente sus requisitos son proporcionar el recurso adecuado, en el momento adecuado, al lugar y la persona adecuada y para esto el móvil es el dispositivo más adecuado hoy, pero dentro de poco lo serán también toda una serie de wearables (gafas, relojes, vestimenta, implantes, etc.)
Si agregamos a la ecuación los desarrollos en análisis semánticos y de contenido, el rastreo de la actividad del aprendiz, aplicaciones y servicios transparentes, adaptativos y conscientes del contexto nos percatamos de cuantas capacidades educativas tenemos entre manos. Y eso está cambiando la educación porque nos permite convertir al maestro en un facilitador de aprendizaje, de la evaluación formativa a la práctica significativa y de la evaluación sumativa a un retrato lleno de datos del desempeño del alumno.
Referencias:
Badia, A.; Mominó, J. (2001). "¿La interacción es la clave de los procesos de enseñanza y aprendizaje en contextos virtuales instruccionales?" En: E. Barberà (ed.). La incógnita de la educación a distancia (págs. 157-185). Barcelona: ICE Universidad de Barcelona / Horsori.
Quinn, C. (2011). Designing mLearning: Tapping into the mobile revolution for organizational performance. San Francisco, CA: Pfeiffer.
Quinn, C. (2013). A Future for M-Learning. En Berge, Zane L. y Muilenburg, Lin (Ed.). Handbook of Mobile Learning. (p.p 262-288) Routledge
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